La educación para la paz es un proceso en el que se promueven conocimientos, habilidades, actitudes y valores orientados a inducir cambios de comportamientos, lo cual hace posible que niños, jóvenes y adultos puedan prevenir la violencia (tanto en su forma directa como la estructural), que resuelvan conflictos de manera pacífica y que creen las condiciones conducentes a la paz (en lo intrapersonal, interpersonal, ambiental, intergrupal, nacional y/o internacional). Además de darse en los establecimientos escolares, tiene que estar presente en nuestra vida cotidiana, en los medios de comunicación, en las relaciones personales, en la organización de las instituciones y en la familia.