Un argumento sólido, además de sustentarse en información confiable y contar con una estructura lógica adecuada, debe ser relevante, es decir, pertinente, oportuno y atinente en relación con su contexto y propósito. En este documento, la UNAM presenta las pautas para la revisión de este criterio para asegurar la validez y solidez de los argumentos. En la misma página, en el menú ubicado a la izquierda, se puede localizar información complementaria.
El primer y más importante requisito para que un argumento sea contundente es que sea verdadero. En este documento creado por la UNAM, se analiza brevemente la importancia de que la información que se emplea para la creación de determinado argumento, sin importar su tipo, sea verídica; también se exploran algunas pautas para comprobarlo.
Para evaluar la validez de un argumento, es necesario conocer la estructura a la que debe apegarse. En este breve material de la UNAM, se explica en pocas líneas cómo identificar si un argumento se apega a los lineamientos de la lógica formal, es decir, si tiene una estructura adecuada y, por tanto, si es sólido. El documento forma parte del tema II de Conocimientos básicos de filosofía; para acceder a todos sus temas, basta con explorar las opciones del menú ubicado del lado izquierdo de dicha página.
Poder distinguir entre argumentos sólidos y aquellos que no poseen esta característica permite un acercamiento más preciso a la verdad y facilita lograr objetivos relacionados con el análisis de información, tales como llegar a acuerdos, tomar decisiones, realizar una investigación, entre otros. En este material de breve extensión, conocerás los criterios básicos para la evaluación de argumentos: examen de su estructura, confiabilidad de la información y pertinencia.
Video con duración de 3 minutos en el que, a través de ejemplos, se explica la diferencia entre tesis y argumento, así como la manera en que se relacionan.
Video con duración de cinco minutos en que se exponen las características de cuatro tipos de argumentos: de autoridad, de datos estadísticos, de ejemplificación y de analogía. Cada explicación se desarrolla de manera sencilla y concreta a partir de ejemplos reales.
Por medio de ejemplos sencillos y concretos, en este material de aprendizaje se analiza la estructura del argumento analógico, con el objetivo de que el lector sea capaz tanto de identificarlo como de reproducirlo. Constituye la última de tres partes del recurso Tipos de argumentos, en el que también se exponen el argumento deductivo y el inductivo. Estos textos pueden localizarse en el menú lateral izquierdo del documento.
Recurso de aprendizaje para diferenciar entre argumentos deductivos, inductivos y analógicos. Esta segunda parte del documento se centra en el segundo tipo y el desarrollo del tema se efectúa a partir de ejemplos concretos y sencillos.
A través de ejemplos sencillos y concretos, en este material educativo de breve extensión se explica con precisión en qué consiste un argumento deductivo. Se expone, asimismo, una primera diferenciación entre argumentos deductivos e inductivos, donde los primeros se caracterizan por su su solidez, ya que se basan en inferencias. Este documento constituye la primera parte de tres en las que se explican los tipos de argumentos. La totalidad del documento se puede consultar por temas en el menú ubicado del lado izquierdo de la página.